martes, 28 de abril de 2015

jueves, 23 de abril de 2015

Familiares de los normalistas de Ayotzinapa se manifiestan en la embajada de México en Berlín




YETLANECI ALCARAZ
23 DE ABRIL DE 2015
DESTACADO

BERLÍN, (proceso.com.mx).- En Guerrero no existen condiciones para realizar elecciones, se requieren nuevas formas de participación y representación fuera del sistema actual, que corrompe tan pronto se entra en él.

Así lo advierte Omar García, normalista de Ayotzinapa, quien este jueves encabezó, junto con Eleucadio Ortega, padre del estudiante desaparecido Mauricio Ortega, una manifestación frente a la embajada del gobierno mexicano en Berlín para exigir la presentación con vida de sus 43 compañeros y agradecer el apoyo que ha recibido su causa de parte de la comunidad internacional.

En entrevista con Apro, García aseguró que la elección de representación a través de los partidos políticos ya no es una opción para la sociedad mexicana, toda vez que los intereses de la clase política, del partido que sea, no son los de la población.

Se necesita, aseguró, una participación directa y estructuras gubernamentales más amplias a las existentes.

“Viene un periodo electoral con el que no estamos de acuerdo. Creemos que al votar lo que hacemos es legitimar al sistema actual, integrado por los delincuentes de siempre, esos políticos que sólo son una clase parasitaria de vividores, gente que sólo vive del erario. Nosotros apostamos por algo más que el voto. Tenemos que organizarnos y buscar alternativas. Creemos, por ejemplo, que los consejos municipales funcionarían más que un simple gobernante que nombra como quiere a su equipo. Que sean varios los representantes que legislen y que dialoguen en la toma de decisiones y que sean más constructivos y más cercanos al pueblo”, explicó.

-¿La vía es una autogestión paralela a las instituciones?

-Si, como las comunitarias. No estamos con la política interestatal, fuera de ella también se puede hacer política. Se trata de participa en asuntos públicos sin necesidad de integrarse a un sistema que corrompe.

La desaparición el pasado 26 de septiembre de 2014 de 43 de sus compañeros de estudio de la Normal Rural de Ayotzinapa colocó circunstancialmente a Omar García a la cabeza del movimiento social que exige no sólo la aparición con vida de éstos, sino también un cambio social.

Este joven guerrerense tiene claro que para lograr eso no basta una nueva elección ni más “propaganda y chismorreo” político que sólo fomenta una toma de decisiones de forma vertical. Por ello, asegura, ya rechazó ofertas de puestos en partidos políticos en los que las decisiones las toman unos cuantos.

“A mí por ejemplo ya me ofrecieron un puesto en el Movimiento de Regeneración Nacional. ¿Para qué chingados quiero un puesto ahí si quienes van a determinar son unos cuantos de arriba?”, dice.

– ¿Cómo se protegen de ser utilizados políticamente?

– Simplemente decimos gracias por el ofrecimiento pero no es lo que estamos buscando. Si ni siquiera (como movimiento) hemos tratado de lucrar para nada con la imagen de nuestros 43 compañeros menos lo haríamos en un partido político. No.

Y al respecto, es radical en relación a cualquier partido político: “Su discurso (de Morena) es que nuestra figura serviría para unificar a los movimientos sociales o para atraer a esas corrientes al movimiento de Regeneración, lo que quiere decir realmente es que ellos no tienen verdadero contacto con la gente. Tienen contacto con otro tipo de bases de apoyo partidistas que sólo piensan en las urnas. Nosotros no vamos a hacer parte de ese juego”, asegura.

Desde el pasado 17 de abril y hasta el próximo 19 de mayo la Euro Caravana 43 -integrada por Omar García, Elecaudio Ortega y Román Hernández del Centro de Derechos Humanos Tlachinollan- recorrerá 12 países europeos con la finalidad de tener encuentros con la sociedad civil para informar el estado del caso de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.

“Queremos encontrarnos con la sociedad civil para informales que a pesar de que la exigencia de aparición con vida de los 43 estudiantes desaparecidos ya no aparezca en los medios de comunicación es vigente todavía y que hay un proceso de revisión de un grupo de expertos sobre la investigación realizada por la PGR”, explicó en breve entrevista Román Hernández.

El representante de Tlachinollan explicó que los encuentros con actores políticos en los distintos países que recorre la caravana quedaron excluidos, pues resulta más efectivo el intercambio con la sociedad civil, ya que ésta tiene más recursos para presionar e incidir en sus gobiernos.

“Como defensores de derechos humanos, estudiantes y padres de familia tenemos una interlocución más natural con la sociedad civil organizada. Con los gobiernos se ha complicado la relación porque hay muchos gobiernos, por ejemplo de la Unión Europea, que tienen muchos intereses económicos en México y que va a ser difícil que condenen las violaciones graves de derechos humanos que están ocurriendo actualmente.

“Pero pensamos que la sociedad civil de cada ciudad conoce directamente a sus gobierno y pueden asumir una responsabilidad para presionar a sus gobiernos para que exijan la vigencia plena de los derechos humanos”, señaló Hernández.

Durante la mañana, la Euro Caravana y cerca de un centenar de simpatizantes realizaron una manifestación frente a la embajada mexicana en Berlín. Como acto simbólico, los participantes soltaron 43 globos blancos en recuerdo de los estudiantes desaparecidos y exigieron al gobierno mexicano la presentación de éstos vivos.

martes, 21 de abril de 2015

David Barrios: México, estado experto en tratamiento de los seres desechables



“No tendré miedo. El miedo mata la mente. El miedo es la pequeña muerte que conduce a la destrucción total. Afrontaré mi miedo. Dejaré que pase por mí y a través de mí; y cuando gire mi ojo interior para escrutar su camino, estaré solo yo. Mi miedo habrá desaparecido”

De la película Dune



En septiembre de 2014, México nos estremeció una vez más con su violencia sin piedad, cínica, que ha constituido un poderoso mecanismo de reordenamiento social, cuando nos enteramos del asesinato de los estudiantes normalistas rurales en la ciudad de Iguala, Guerrero.

Personalmente, me sentí indignada como nunca ante al dolor de las familias y concuerdo con David Barrios, estudiante mexicano, que la noche de Iguala es un punto de ruptura o no retorno.

Logré conocer a David en el 11no Taller Internacional sobre Paradigmas Emancipatorios que se desarrolló en La Habana desde el 13 hasta el 16 de enero de 2015 y tuve el gran placer de compartir con él y entrevistarlo.

“Me llamo David Barrios Rodríguez, soy estudiante del Doctorado en los Estudios Latinoamericanos de la UNAM y también soy parte del Observatorio Latinoamericano de Geopolítica, que también radica en la UNAM, en el Instituto de Investigaciones Económicas”.

Quiero hablar con David del tema de la intimidación en México porque siempre fue el punto central de su investigación, abordando temas sobre seguridad, militarización y los efectos sociales de las violencias y los miedos en su país.

David publicó su tesis de maestría “Las ciudades imposibles” donde trata la violencia, miedos y forma de militarización en urbes latinoamericanas, Medellín y Ciudad Juárez.

“Desde el 2006, y cada día es peor, mi país ingresó en una especie de vorágine de destrucción, el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012) implicó la militarización de la seguridad pública a través de la creación de un renovado tipo de enemigo interno: el narcotráfico.

Tuve la posibilidad de trabajar bastante el caso específico de Ciudad Juárez, que es un lugar que nos permite entender mucho lo que ocurre en el país, porque fue una ciudad laboratorio de políticas que se ensayaron en este lugar y que luego se ampliaron a otros lugares de México y de la región. Ciudad Juárez es la principal frontera de México con EE.UU., donde más mercancías, legales e ilegales circulan, está en la ruta del contrabando para llegar a EE.UU. y desde los años 80-90 se implantó también en la ciudad el modelo productivo maquilador, que abarató los costos de la producción, con los peores salarios de los trabajadores en el mercado, hasta competitivo con el sudeste asiático”.

“Ciudad Juárez también es un laboratorio por los casos de feminicidio, que empiezan a aumentar en forma preocupante desde los años 90; feminicidio aquí significa desaparición, violación, mutilación, asesinado y entierro principalmente en el desierto de la ciudad. Para justificar este horror empiezan a difamar las mujeres desaparecidas con frases clásicas como ‘en algo andaba’, ‘se fugó con el novio’, ‘tenía una doble vida’, dejando miles de casos en la total impunidad. Este principio se traslada después en todo el país y se generaliza en la guerra contra el narcotráfico, donde desaparecen miles de personas, hombres y mujeres, que además vienen estigmatizadas a nivel social”.

“En el caso de Ciudad Juárez, una ciudad relativamente pequeña, de 1,5 millón de habitantes, desde el 2006 hasta el 2012 hubo 100.000 personas asesinadas y 200.000 ciudadanos desplazados: este lugar de terror así se ganó el nombre del epicentro del dolor o de las barbaries, pero que estamos viviendo en todo México”.

“Un símbolo de la lucha de las madres de estas muchachas desaparecidas fue Maricela Escobedo, que conocí en un foro contra la militarización: ella tuvo que investigar sola la muerte de la hija, descubrió que fue la misma pareja de la muchacha, el hombre confesó pero lo liberaron, entonces Maricela siguió protestando por la impunidad. Parece que sus protestas molestaron y ella fue asesinada con un balazo en la cabeza enfrente al palacio de gobierno de Chihuahua en el diciembre de 2010. Todo eso no es un cuento, existe un video que lo demuestra. Ella es un paradigma para muchas madres de origen humilde que siguen buscando a sus hijas, porque es importante dejar claro que la problemática de la desapariciones CONTINUA”.

“Por la visibilidad de la barbarie a nivel nacional e internacional, en Ciudad Juárez se crearon fiscalías especiales por los delitos contra las mujeres y cuando entré en contacto con las madres de las víctimas, ellas me confesaron que en estas instituciones tienen guardados restos (un pedazo de cráneo, de fémur o de cadera nada más) de decenas de chicas y el estado no entrega los resultados de ADN. Entonces, en lugar de obtener justicia, las madres se sienten burladas de forma macabra y cínica, hasta las privan de lo que queda de sus hijas. Esta inseguridad, esta incertidumbre es una forma más de violencia que el estado está ejerciendo sobre estas ciudadanas humildes, porque hay que aclarar que en las victimas sí existen patrones de clase social”.

“Las madres han hecho muchas protestas, quizás la más significativa fue una marcha de Ciudad Juárez hasta Chihuahua, de más o menos 2000 kilómetros, en invierno, bajo cero grados…pero todo eso no fue suficiente para crear conciencia en el estado, siguen muriendo mujeres y sigue la total impunidad”.

Recuerdo a David diciendo que no solo no hay conciencia en el estado si no ninguna vergüenza cuando recientemente el presidente Peña Nieto tuvo el coraje de declarar que desde el inicio de su mandado los feminicidios en Ciudad Juárez se redujeron en un 80%.

David me agrega que el presidente nunca tiene espacio en su agenda para recibir a las madres de las víctimas y si ellas se acercan demasiado a su lujosa residencia la policía está encargada de agredirlas y golpearlas.

“El problema del feminicidio persigue Peña Nieto desde hace años, porque hay que recordar que Ciudad Juárez es el caso más famoso de desapariciones de mujeres pero es el estado de México, desde cuando gobernó Peña Nieto, que mantiene el record más alto en el país de feminicidio”.

“Todo eso que te conté de Ciudad Juárez es para demostrar que allí empezaron a aplicar el concepto del miedo, de la incertidumbre con las desapariciones. El caso de los 43 desaparecidos de Iguala, en el estado de Guerrero, es la misma forma de administrar el dolor, es una forma de castigo para los familiares que siguen luchando por los muchachos, con componentes muy macabras, como el hecho de decirle que sus hijos fueron quemados y lanzados en un basurero, cuando sabemos que por ley física es imposible”.

“El cinismo del estado esta vez llegó a decir en la cara de los familiares que está cansado de hablar del tema de Ayotzinapa, que lo superen y ya. Es terrible vivir esta situación, estuve con los padres en el Festival de la Resistencia y la Rebeldía y ellos cuentan que sueñan con sus hijos, que lleguen a la casa a comer, que los están torturando, que lo llaman porque tienen hambre y frío: ¡creo que es un dolor demasiado fuerte!”.

Pregunto a David por qué tanta violencia con los estudiantes normalistas en Guerrero, me parece como una advertencia contra las protestas sociales.

“Efectivamente, el grupo de personas desaparecidas en Ayotzinapa se trata de estudiantes sí, pero también integrantes de una federación que aglutina a uno de los sectores más combativos del país, los estudiantes normalistas de la FECSM (Federación de Estudiantes Campesinos de México). Las normales rurales, vienen de un proceso muy largo en que las autoridades educativas y el propio Estado mexicano se han empeñado en desaparecerlas. Se trata de jóvenes de comunidades marginadas quienes asumen el compromiso de estudiar para devolver ese conocimiento a las poblaciones más alejadas y pobres del país. Actualmente sólo quedan 17 de ellas (llegaron a ser 29 hasta antes de 1968) y para seguir existiendo tienen que pelear cada año para mantener mínimas condiciones de funcionamiento, por lo que se enfrentan también de manera constante a la violencia del Estado. Cabe recordar que el 12 de diciembre de 2011, dos estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa fueron asesinados cuando realizaban un bloqueo en la Autopista del Sol, en Chilpancingo, Guerrero; en demanda de una audiencia con el ahora, ex gobernador Aguirre Rivero; mientras que cuatro más resultaron heridos y 24 fueron torturados por la policía. Como intento para justificar la violencia que de manera recurrente es desplegada sobre los estudiantes normalistas se ha construido un estigma que habla de sus acciones “violentas”, como la toma de autobuses, la realización de paros de labores o su valor para enfrentar la represión”.

“Hay una tradición de lucha en esta normal, tiene murales con Che Guevara, Marx, Lenin, Subcomandante Marcos (ahora Galeano) y con referentes de la lucha social en Guerrero, como Genaro Vázquez Rojas y Lucio Cabañas Barrientos, dos comandantes guerrilleros que fueron también estudiantes de la normal de Ayotzinapa. Los normalistas también son muy solidarios, no pelean solo por su estado, son ‘un mal ejemplo’ porque tienen mucha valentía y se movilizan por muchas luchas sociales. En efecto, cuando fueron atacados el 26 de septiembre de 2014 los estudiantes normalistas rurales intentaban realizar actividades de recolección de recursos; así como obtener medios de transporte para acudir a la movilización que cada año se realiza el 2 de octubre en memoria de la Masacre de Tlatelolco de 1968”.

“La masacre de Ayotzinapa fue una prueba más que cuando el PRI regresó en 2012 al poder ejecutivo, logró llevar adelante un programa sumamente agresivo de reformas, que es el mismo que inició el PAN en 2006, como un mecanismo de disciplina y represión de la disidencia, pero también como un dispositivo de legitimación del fraudulento sistema político nacional”.

“Este proceso que puede ser entendido como la gestación desde el poder estatal, empresarial y de Estados Unidos de una situación de guerra, ha permitido el reordenamiento del territorio para concretar los objetivos de la acumulación capitalista, incorporando fuentes de ganancia consideradas ilegales”.

“De esta manera, los hechos del 26 de septiembre nos permiten observar la participación de grupos paramilitares vinculados con el llamado crimen organizado, que actúan con objetivos abiertamente represivos sobre la población movilizada, y que la guerra contra el narcotráfico no es otra cosa que una guerra contra el pueblo mexicano. Y eso es algo con lo que las personas que habitamos ese territorio llamado México tenemos que vivir todos los días, con esa indignidad, hasta hoy”.

“Porque con el ejemplo de los compañeros y familiares de los jóvenes desaparecidos de la Normal de Ayotzinapa, muchas conciencias se despertaron y el movimiento social ha respondido como no se veía desde hace décadas. Y reflejados en ellas y ellos, para mucha gente en México, ya llegó la hora de detener la destrucción en curso”.

Ida Garberi. Columnista de Cubainformación

domingo, 19 de abril de 2015

La comitiva de Ayotzinapa se presenta en Oslo, Noruega



Un grupo de representantes hace un recorrido por Europa para informar sobre lo ocurrido con los 43 estudiantes y sumar apoyo a su exigencia

(EFE) — Una caravana que informa sobre el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en México informó este viernes que realiza por estos días un viaje por Europa, para concientizar a la comunidad internacional sobre lo ocurrido.

El grupo está integrado por un estudiante de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, un padre de los desaparecidos y un miembro del centro de derechos humanos Tlachinollan, que representa a las víctimas y que confirmó que se encuentran en Oslo (Noruega), donde realizaron un acto público.

"La recepción en Europa ha sido muy calurosa, las personas han demostrado su solidaridad con los padres y madres de familia de Ayotzinapa", dijo Román Hernández, el activista del Tlachinollan.

Este viernes se realizó un evento político-cultural en la explanada principal de la Universidad de Oslo, donde colectivos de estudiantes explicaron por qué es importante que la comunidad estudiantil en Noruega tenga conocimiento de este caso.

Lee: El PRI de Guerrero acusa al PRD de querer deslindarse del caso Ayotzinapa

"Noruega tiene importantes intereses económicos en las industrias petrolera e hidroeléctrica mexicana", apuntó Hernández.

Por tanto, añadió, "es responsabilidad de la sociedad civil en Noruega exigir que su gobierno verifique que existan garantías a los derechos humanos en México antes de firmar cualquier tratado o convenio en materia económica".

En el viaje, financiado gracias a la recaudación de fondos de varios colectivos, participa un padre de familia, de nombre Eleucadio, quien compartió lo que han significado para él estos casi siete meses de luchar y exigir la presentación con vida de los 43 estudiantes.

"Ya no confiamos en el Gobierno, porque nos ha engañado", dijo.

El otro participante es Omar García, estudiante sobreviviente de los hechos ocurridos en Iguala el pasado 26 de septiembre, quien declaró: "venimos a informar a la sociedad civil internacional que nuestra demanda de presentación con vida de los 43 estudiantes está vigente y esperamos que nos sigan apoyando en esta demanda".

Entérate: 104 personas han sido detenidas por participar en caso Ayotzinapa

El viaje durará hasta el próximo 19 de mayo y en él se buscará informar a la comunidad europea sobre la continuidad de la lucha de padres y madres de familia por la presentación con vida de los 43 alumnos de la Normal de Ayotzinapa desaparecidos.

Recorrido en 13 países

Durante un mes el grupo recorrerá 13 países del continente europeo para sostener reuniones con comunidades estudiantiles, organizaciones sociales y sindicalistas a las que llamarán a mantener la observación internacional sobre México.

Entre otras, visitarán ciudades como Helsinki (Finlandia), Berlín (Alemania), Roma (Italia), Zúrich (Suiza), Madrid (España) y Londres (Reino Unido).

En este viaje buscan también exigir que se detengan los actos de represión contra estudiantes, padres y madres de familia de los 43 desaparecidos, y contra el movimiento social que exige su presentación con vida.

Habrá marchas, mítines frente a embajadas y consulados mexicanos, ponencias en universidades y encuentros con diferentes colectivos, según los organizadores.

Los participantes insistirán en su demanda de que se abran líneas de investigación sobre el papel de las fuerzas federales en la desaparición.

También resaltarán la responsabilidad internacional de los gobiernos europeos en las violaciones graves de derechos humanos contra los estudiantes por haber firmado convenios de colaboración con México en materia de seguridad y comercio, lo que ha implicado la venta de armas y capacitación a la policía y al ejército.

Los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa desaparecieron la noche del 26 de septiembre a manos de policías corruptos por órdenes de José Luis Abarca, entonces alcalde de Iguala, en el estado sureño de Guerrero.

Lee: Familiares de normalistas de Ayotzinapa van a Amnistía Internacional en EU

Según la versión oficial, los policías entregaron a los jóvenes a miembros del cártel de Guerreros Unidos, quienes aseguran haberlos asesinado e incinerado sus restos en un basurero del vecino municipio de Cocula.

Los padres de los jóvenes continúan sin creer esta versión y, pese a que ya hay más de un centenar de detenidos, siguen exigiendo que se abran otras líneas de investigación. 

La ultima noche de Ayotzinapa



Los normalistas asesinados la noche del 26 de septiembre son victimas de la violencia, la forma en que fueron secuestrados, torturados, asesinados y el esfuerzo por desaparecer sus restos es un tipo de crimen que bajo ninguna circunstancia debe repetirse, el horror que padecieron es comparable por su violencia metódica con los hechos sucedidos en los infames campos de concentración del régimen nazi. Las acciones que llevaron a su muerte son responsabilidad de gobernantes emanados de partidos que se dicen de izquierda aliados al crimen organizado y de los propios criminales. Las condiciones para ello son responsabilidad del gobierno en su totalidad y de la sociedad que no ha podido ofrecer alternativas a la crisis de violencia que se sumo a los problemas sociales ya heredados.

El horror que conmociono al país sigue sin saldarse con acciones de justicia. El calendario de la clase política sigue inalterado y la sociedad se resiste a reconocer que los normalistas fueron asesinados. El tema de Ayotzinapa se volvió un botín político para organizaciones que no lograban ningún apoyo social como no fuera el dinero obtenido bloqueando caminos y poniendo cuotas de paso. La búsqueda de la verdad o de la justicia se diluyo en las consignas huecas, el descrédito del gobierno y la presencia de charlatanes que acapararon la atención publica.

Antes de la masacre, en las normales rurales se avanzaba en la construcción de sus propias derrotas; en Guerrero se imponía una economía de caciques de las drogas que imponían el poder político y determinaban que el producto estrella de la agricultura fuera la amapola y no los alimentos. En el gobierno se simulaba legalidad mientras al amparo del poder se ampliaban los negocios sucios. Yen las calles los que buscaban el sueño del poder y la riqueza se unían a las bandas del crimen organizado para pelear por ese objetivo.

Tal vez después de la masacre nada a cambiado...

1. Las noches antes de la masacre 

No es una sorpresa que nadie hablara de lo que pasaba dentro de la normal, los normalistas solo salían en grupos con comisiones especificas y se les enseñaban dogmas de disciplina para solo hacer o decir lo que el mandato requería. Dogmas que se aprendían a la mala, con violencia. Al interior de las normales se construyo un régimen de totalitarismo fanático, incluso temas banales como usar el pelo largo o usar gorra, que en cualquier otra escuela publica caben dentro de las libertades personales, son en las normales rurales objeto de acoso y castigo.

Para garantizar la lealtad, se aplicaba la tortura. Las fallas eran castigadas físicamente. Practicas como "el pocito" o las "novatadas" fueron la realidad por años ante el silencio de todos. Unos callaron con el afán de dejar crecer el desprestigio en espera del momento ideal para deshacerse de ese problema que les son las normales y otros callaron en la ceguera absurda de la -unidad-a-toda-costa- como salvavidas ante la falta de discursos tras la caída de los metarrelatos del pasado. Y una gran mayoría nunca supo que existían las normales siquiera. Son una idea tan lejana en su creación y tan desubicada respecto a la realidad contemporánea que poca gente sabe que son o donde están.

Ademas del hecho de que las notas sobre las normales solo surgen en tiempos de conflicto, de enfrentamientos o de represión. Los sucesos de importancia en los que aparecen las normales, siempre son notas de violencia. En parte porque las normales rurales se niegan a cambiar y hacer otras cosas. No se hace ahí investigación educativa, no salen de ahí los diagnósticos académicos de las leyes sobre educación, no se hace mucho mas de lo absolutamente necesario para ser considerados escuela. Pero lo que si se hace es invocar permanentemente la superioridad moral como justificación a cualquier decisión. Así que las memorias publicas sobre el normalismo caben en la nota roja: La represión en la normal del Mexe en 2000. La entrada brutal de la policía a la normal de Mactumactza en 2003. La muerte de dos normalistas en el enfrentamiento del 12 de diciembre de 2011 en Guerrero, la entrada de la policía estatal a las normales de Cherán, Arteaga y Tiripetío en 2012. Y en toda esa historia las historias de las personas que son invisibles para los normalistas: Desde Gonzalo Rivas el empleado muerto en la gasolinera incendiada el 12 de diciembre de 2011; hasta el chófer Víctor Manuel Lugo Ortiz y el futbolista David Josué García Evangelista, de 14 años de edad, también Blanca Montiel Sánchez. Personas que simplemente se encontraron en el lugar incorrecto y que no causan ni siquiera menciones por parte de las organizaciones sociales, ellos son victimas aun mas inocentes que los normalistas y ni los normalistas sobrevivientes se acuerdan de nombrarlas.

Es un hecho que el gobierno no quiere normales rurales, en realidad no quiere escuelas a su cargo, sean las que sean. Y los normalistas de la FECSM no quieren criticas a su dogmatismo, sean las que sean. Pero la realidad no pide permiso, es la que es. El gobierno tiene que pagar la educación, no solo es una responsabilidad legal, el dejar de hacerlo desmoronaria aun mas a la sociedad. Y los normalistas deben recibir criticas, porque su fe no los exime de ser parte de la realidad social y toda la realidad puede ser interpretada, observada, criticada. Mas aun la realidad de la sociedad que se moviliza por una causa.

En este ambiente de aislamiento y dogmatismo es que practicas que en las escuelas publicas del Valle de México son reconocidas como actos porriles en las normales rurales son la "iniciación" y practica cotidiana de los estudiantes. No hay libertad de pensamiento, hay un dogma en el discurso de los años 30´s en que se fundamenta el normalismo y sugerir un cambio o una critica es blasfemar. Hay se tiene fe, o no se tiene lugar.

Por cierto que no hablamos de un convento con monjes en votos de castidad y de silencio. Hablamos de una escuela publica que debería estar abierta a todas las personas que fuese posible, pero no. De entrada se podrá notar que no hay alumnas. Las mujeres fueron proscritas en algún momento del pasado, porque el poder político dentro de la normal no podía controlar algo muy humano: El amor y el sexo dentro de los muros de la normal. Podrían haber recurrido a la anticoncepción y a la educación sexual. Lo que ademas les habría traído una ventaja en su futura vida de maestros, ahí, en las otras escuelas donde irían, podrían haber educado a las futuras generaciones en la salud reproductiva. Pero no, su revolución y su discurso es tan conservador que no quiere saber nada de lo que pase debajo de las sabanas. Había que hacer algo, y ese algo se hizo. Las mujeres quedaron proscritas. Para ser normalista, se necesita ser pobre, se necesita jurar lealtad y sufrir ese lealtad con torturas, pero ademas, se necesita tener pene.

La noche previa a la masacre el gobierno ya era la mafia que es, los narcos ya asesinaban tal y como asesinan,los delincuentes organizados en el gobierno y fuera de el y en ambos lados. Ya eran los ladrones y asesinos que son. Ya habían matado gente inocente (por miles, de diferentes nacionalidades), ya la sociedad había mostrado la indignación que causa el ver morir de forma terrible a quien no lo merece, Y ya también los partidos que se dicen de izquierda habían calumniado a esas movilizaciones por no plegarse al calendario y los fines electorales.

Guerrero es un estado en pugna permanente, dentro de su limites todos luchan por el reparto político, de buena y de mala fe. Organizaciones independientes, ong´s. organizaciones afines a los partidos y a los caciques, caciques del narcotrafico, pandillas de asesinos,gremios de todo tipo.Y esa multitud de organizaciones no ha logrado que la pobreza o los otros problemas regionales desaparezcan o se reduzcan. Guerrero es el caso mas extremo de persistencia de la miseria pese a las múltiples organizaciones que operan en el estado, Ni la izquierda con discursos dogmáticos ni la derecha criminal aliada al narco han logrado mejorar las condiciones de vida en el estado. Todos se declaran como el centro del universo, cierran los ojos a la complejidad de su propio estado (ya no digamos del país o mas allá) y rapiñan por recursos, reconocimiento legal, territorios o espacios de poder,

2. La noche del horror

En principio toda parecía común, el discurso de siempre, las practicas de siempre. Había que ir por unos autobuses, había que botear, había que llevar a los de primer año a conocer los rigores de la calle con que se financiaba la organización. Ellos no tenían opción, aquí no había espacio a dudas, había obligaciones. El no cumplirlas era una vía rápida a la expulsión de la normal, y de ahí de nuevo a la vida sin futuro y ademas con el estigma social de haber sido expulsado de Ayotzinapa. Pero algo no era igual, dos factores estaban fuera de la mente de todos. Un presidente municipal mafioso y borracho, tan borracho que el lunes seguía ebrio cuando respondió los cuestionamientos de la prensa. Y el otro factor, la arrogancia gansteril de uno de los encargados del grupo, Bernardo Flores Alcaraz, alias “El cochiloco", un apodo denigrante, algo común entre los normalistas y entre los porros. Bernardo era obeso, de ahí el apodo. Pero a diferencia del grupo a su cargo, ya no era nuevo, por eso estaba a cargo. No obstante la diferencia era su actitud, el tenia la intención de llegar mas lejos, de ir a los municipios y ciudades que normalmente no recorrían, Sabia que ahi podrían conseguir mas recursos, solo había que tomar mas riesgos. 

Alguien tenia que decirle, no es de conocimiento publico quien fue el encargado de pasar la noticia, pero alguien tuvo que ser. Alguien tuvo que interrumpir la fiesta, el baile, la borrachera, y decirle a Abarca que los normalistas de Ayotzinapa estaban en la central de autobuses. Quizás, estando sobrio, habría limitado su reacción, pero no lo estaba, no solo estaba borracho, también se enfureció porque le cortaron la fiesta. El ya tenia planes para la madrugada, planes que ya no llegarían. Se comunico con el jefe de la policía Francisco Salgado Valladares, quien ya no era nuevo en esto, había una larga lista de muertos y de desaparecidos a su paso. Algo que se sabia por todas partes, pero a nadie le importaba en un país donde el poder político se cubre a si mismo de toda su mierda. Alrededor de Iguala, decenas de fosas conocidas por los vecinos eran insignificantes para el gobierno, para las organizaciones sociales y hasta para las guerrillas. El silencio alrededor del narco se limitaba a culpar a elementos difusos "el sistema", "el narcoestado". Pero ademas de que estas consignas carecían de alguna mínima monografia creada por la sociedad para explicar porque eran o que eran. Nadie decía ni dice que el crimen organizado son bandas de asesinos y contrabandistas formadas por sus vecinos, por los compañeros de primaria de sus hijos, por los amigos de la infancia, por gente de la misma comunidad. Al parecer la educación guerrerense con maestros que se jactan de su compromiso con causas sociales no es antídoto a la persistencia de la criminalidad.

Dice el dicho en el norte del país "nuevos ricos, viejos narcos". Pero como en todo encubrimiento nadie veía los negocios que crecían de la nada, nadie indago que Abarca había pasado de no tener ni local a tener una plaza comercial propia. Eso no era objeto de debate publico, ni de demandas sociales. Era a lo mucho un ejemplo didáctico del capitalismo en acción, una respuesta a la pregunta de como hacerle para no ser pobre. La receta no es complicada, explotar a los demás, quedarse siempre la parte mas grande del botín, quitar del camino a quien estorbe y aliarse con quien haga falta, con el PRD por ejemplo...

Los normalistas no consideraron que terminarían asesinados por narcotraficantes, sencillamente porque el narcotrafico estaba fuera de los temas de su interés aun cuando estuviera alrededor de ellos. Las fosas clandestinas ya eran una realidad antes de la noche del 26. Los enfrentamientos entre bandas y la complicidad de la policía en todo el asunto ya eran parte del problema. Pero ellos tenían una sola prioridad, presionar al gobierno por recursos para la normal. 

Los policías recibieron la orden con jubilo: tenían luz verde para matar. Para ellos eso era una fiesta, para eso entraron a la policía, para echar bala impunemente. Y si había orden de arriba, no había de que preocuparse. No es que fueran nuevos matando gente, solo que normalmente la mataban en privado y sin usar uniforme. Cuando el camión salio de la central de autobuses, ya estaban cortando cartucho.

Al principio creyeron que esto se saldaría como los tantos enfrentamientos en los que habían participado o de los que les habían contado. Una refriega con piedras contra los policías, un juego de guerra que de preferencia debía terminar sin bajas para su lado. Al principio parecía que si seria así. Pero no sabían lo que venia. El normalista a cargo probablemente los arengo tras el primer enfrentamiento y se dirigieron a la central de autobuses al salir el reten parecía común, pero cuando trataron de hablar con los policías empezaron los disparos. Y ahí si, nadie supo que hacer. De pronto los heridos de bala y los primeros muertos cayeron. El pánico se apodero del grupo, uno de los normalistas trato de huir y corrió solo, su destino seria terrible. Su cuerpo fue encontrado unas horas después con el rostro descarnado. Su viuda es una de las pocas personas que ha hablado públicamente sobre las crueldades que los normalistas vivían dentro de su bunker ideológico.La policía detuvo a los que pudo, a los que cupieron, a los que no pudieron correr a tiempo. Dejaron ahí a los heridos y los muertos. en total cupieron 43 en las camionetas, los llevaron al cuartel de policía. No sabían muy bien los policías que seguía ahora, tal vez torturas, algunos cargos inventados y nada mas. Pero la orden que tenían había sido muy clara y en el cuartel se las explicaron mas claro aun. Tenían que desaparecer.

Los policías de Iguala o de Cocula son criminales violentos (como en todo el país se les recluta de entre los desempleados sin oficio que lo mismo podrían ser criminales por su cuenta, pero anhelan el poder que dan las instituciones) pero hay cosas que no hacen por que simplemente no saben bien como. Son criminales, aliados a mas criminales, así que nunca falta quien haga el trabajo sucio. El jefe de la policía, sabiendo que sus hombres no eran confiables para dejarles la misión empezó una serie de llamadas para contactar a la gente adecuada, para ganar terreno y dejar la evidencia (si es que quedaba) lejos de Iguala y de el. Contacto al capo de la región. El accedió a encargarse, pero le pregunto porque era necesario. "son de los rojos", se le ocurrió decir como aliciente. El trato estaba hecho. Las llamadas siguieron. Los normalistas fueron subidos de nuevo a las camionetas en que llegaron. Ya había pasado la euforia, ahora tenían incertidumbre sobre lo que les pasaría. Se alejaron de Iguala sin poder hablar mucho. En cierto punto del camino los bajaron de esas camionetas y los subieron a las otras, los golpeaban, los mantenían callados bajo amenaza. Las armas de los policías estaban siempre listas y ya habían visto que estaban dispuestos a usarlas.

El camino se volvió de terraceria, el frió empezó a calarles. Entonces la caravana se volvió detener. Escucharon voces bajas al principio y luego gritos e insultos para que se bajaran de donde venían. Los bajaban de a uno en uno, los hacian caminar agachados y los arrojaron como bultos en dos vehículos. Algunos de por si ya estaban heridos, ya todos habían sido golpeados, pero ahora los que quedaron abajo en la camioneta la pasaron aun mas mal. Cuarenta y tres cuerpos apilados vivos en un espacio insuficiente. Si se quejaban la respuesta era recibir golpes, culatazos, insultos. Ahí empezaron las preguntas. ¿quien era de los rojos?

El trayecto se volvió aun mas duro. El camino era solo terraceria, un camión de basura se topo con los vehiculos y los captores mostraron sus armas a los trabajadores de limpia para que se largaran. Les hicieron caso, no solo porque estaban armados, por aquí todos sabían que el poder lo tenían los narcos. Se fueron tan rápido como pudieron y se encerraron esa noche. En el fondo del camión apretados por el peso de sus compañeros los infortunados que fueron arrojados primero se quedaban sin aire. No sirvieron de mucho los gritos de ayuda, sus compañeros no se podían mover por la amenaza constante de los captores que les apuntaban. Algunos perdieron la conciencia, ya no se volverían a despertar nunca.

El basurero hoyo de papayo no era un sitio nuevo para los asesinos,aquí habían terminado ya otras personas. Nunca tantas como ahora, pero entre la basura quedaban huesos calcinados de otras victimas del crimen. No era el único lugar que conocían, pero si el mas aislado. La dinámica fue metódica y ágil. A los que seguían vivos los bajaron del camión, un rápido interrogatorio. Ahí en el miedo y las dudas que se acumularon en el camino ya todos se preguntaban si de verdad entre ellos había algún infiltrado de los rojos. Y si lo había ¿quien era?, ¿delatarlo les salvaría la vida a los demás?. La idea había corrido entre las murmullos que habían podido tener en el viaje. El que creyeron mas probable era Bernardo Flores Alcaraz, "el cochiloco". El había decidido el rumbo, el era el único que sabia a donde iban, el estaba a cargo, si alguien podía ser era el, esa idea se fortalecía en la mente de José Luis González Parrales y Miguel Ángel Hernández Martínez. Dos de los normalistas aun vivos. Y en la desesperación de una situación limite para la que nunca se prepararon y para la que toda la propaganda de la normal no los preparo, acusaron a Bernardo de ser el infiltrado. De nada les serviría, el hecho es que nunca existió tal infiltrado, los rojos sabían de ellos menos de lo que ellos podían saber de los rojos. Eran simples estudiantes, tal vez muy doctrinarios, pero del narco nunca supieron nada. La ejecución fue simple y sus cuerpos rodaron por la pendiente. Los últimos debieron haber pasado los minutos mas terribles de su vida al saber que seguían en la fila. Ninguno sobrevivió.

Gildardo López Astudillo, "el gil" era quien lideraba toda la operación. Un hampón curtido en el desprecio a la vida de los demás, dio las ordenes necesarias y empezaron la faena, acomodaron los cuerpos de los normalistas muertos como leños. Unos recogieron madera y basura que pudiera quemarse, "el gil" fue por combustible. La pira ardió toda la noche, los delincuentes atizaron el fuego mecánicamente sin importarles nada, no es que la vida de nadie les importara. Tenían el tiempo suficiente en el crimen como para aprender a matar sin culpas. El sol salio mientras seguían quemando los cuerpos, las llamas aun durarían muchas horas.

Por la tarde del día siguiente, cuando el calor de la hoguera bajo lo suficiente, arrimaron todos los huesos que pudieron, los embolsaron y los llevaron al rió San Juan, en el camino tiraron los mismos en dos sitios diferentes y al azar para dispersar aun mas la evidencia.

3. La larga agonía de los muertos en la ultima noche de Ayotzinapa

Los primeros cuatro días después de la masacre fueron un lapsus de incertidumbre pero hubo un efecto viral en la preocupación y en la indignación. al principio como en todos los casos de violencia las notas se exageraron 67, 90, mas de 90, el numero de normalistas desaparecidos se mencionaba sin rigor alguno. Las circunstancias del caso se tropezaban con lo políticamente correcto de decir en un noticiero.

Cuando el lunes Abarca respondió aun ebrio a la prensa se quiso desmarcar con un discurso ensayado. La PGR no tenia el animo para indagar nada y las instituciones de Guerrero eran un mar de insultos, todos se acusaban entre si por haber permitido que el caso se saliera de control sin que alguien hubiera previsto un control de daños. El gobernador se preparo para pasar la papa caliente y acusar solo a Abarca de todo sin tomar responsabilidad del nivel de violencia que había en el estado. El ya sabia bien que Abarca era un asesino conocido y que como la mayor parte de los presidentes municipales tenia negocios ilegales. Pero no contó con que la presión social superaría Guerrero y salpicaría a los partidos, mas aun a los partidos que se dicen de izquierda sin serlo y que eran los que lo habían recogido a el de las filas del PRI para ponerlo en el poder.

Ese hecho tenia en pánico al nuevo presidente del PRD, Navarrete, un calco caricaturizado de Plutarco Elias Calles que acababa de quedarse con la presidencia del partido por derecho de antigüedad y estar en la tribu mayoritaria. Pero no solo a el, el ahora transfuga del PRD y eterno candidato a la presidencia, AMLO sabia que Abarca podía salpicarle de mierda. Otros mas ingenuos creyeron que la porquería podría no alcanzarlos por su fama de épocas pasadas. Pero esa impunidad ya no les duraría mas, por primera vez en la historia Cuauhtémoc Cardenas fue expulsado de una marcha al grito de "asesino". Al parecer la sociedad ya no se estaba tragando el anzuelo de los partidos. El miedo empezó a recorrer a toda la "izquierda partidista". Y Cardenas en una movida de salvación salto del barco poco tiempo después renunciando al partido que fundo.

En entrevista en el ahora proscrito espacio de Aristegui, Navarrete intento dar una explicación. Según dijo, otra vieja cucaracha del partido: Bejarano. Le había explicado a la plana mayor del PRD que Abarca era un asesino conocido desde hacia años que había matado a miembros de su propio partido. Al parecer en esas "revelaciones" todos fingieron sorpresa. Aunque desde el principio de la entrevista matizo que "cualquiera puede colaborar con el narco" ya sea por corrupción o por coacción. Pese al intento vano de salvar la cara, aun los no muy radicales panelistas del programa lo apabullaron con reclamos.

Días después la mierda alcanzaría a AMLO, su primer reacción fue no decir nada, pero luego tuvo que dar señales de vida y negó conocer a Abarca. La evidencia de la contrario apareció casi de inmediato, el había apoyado su candidatura e impulsaba a su padrino político a la gubernatura de Guerrero. Lazaro Mazon era el hombre de AMLO en el estado y el padrino político de Abarca. Tras la difusión del vídeo de la campaña en Iguala Lopez Obrador lanzo una declaración infantil tratando de salvarse: "yo me tomo fotos con cualquiera". Los costos de todo el episodio van a tener un peso medible en el abstencionismo de la elección intermedia. Pero por lo menos la idea ingenua de que en la clase política queda algún espacio de credibilidad o siquiera de legalidad, es eso, una ingenuidad engañabobos o un buen negocio para corruptos.

Por su parte en los pinos las preocupaciones no faltaban, después de una semana dándole vueltas y tratando que el escándalo se agotara solo, las marchas crecían y ciudades del país que nunca habían visto una manifestación veían a sus jóvenes salir a las calles en demanda de una investigación y de justicia. El viejo Murillo Karam se tendría que enfrentar a un caso de verdad aun cuando había tomado la PGR como un retiro después de sus años de servicio en el PRI. Quería una posición de poder, pero algo que le ofreciera poco trabajo. Algo que no había podido tener, desde el celebre caso de la explosión en la torre de Pemex había tenido que regresar a las conferencias de prensa y para tratar de dar la imagen de "nuevo pri" se tenia que aguantar las preguntas destructivas de la prensa. Ya desde esa época mostraba que no tenia la fuerza para un cargo que requiriese dinamismo. Pero era un veterano del partido y uno de los tutores de Peña. No había mucha gente que pudieran poner en su lugar.

Cuando finalmente la procuraduria de Guerrero tiro la toalla por el inminente colapso del gobierno del estado, la PGR tuvo que dar la cara. La valoración desde el equipo de la presidencia era sencilla, aunque el gobierno de Guerrero y de Iguala eran del PRD, la ola de protestas ya no terminaba ahi y ahora la crisis estaba pegando a la presidencia. De algún modo se tenia que desactivar este conflicto y no era viable una respuesta de violencia a gran escala porque solo agitaría mas a la sociedad y acabaría con los logros de la costosa campaña internacional para atraer inversiones a México. La opcion era investigar que había pasado, pero tras su impasse de espera Abarca ya habia huido, las marchas se multiplicaban y había que mandar a alguien al congelador o cortar cabezas en Guerrero para tratar de calmar las cosas como en Michoacan. La responsabilidad recaia entonces en Murillo, quien ademas no podía renunciar ahora, quizás pudo tras el caso de la torre de Pemex, pero ahora era tarde, primero debía salvar a su ahijado político.

La respuesta fue poner a trabajar a todos los que hasta hoy vivían de checar tarjeta en la PGR, el personal de la PGR llego por miles a Guerrero. La policía federal y el ejercito se hicieron cargo de los municipios clave y empezó la reconstrucción de hechos. Si bien la PGR investigaba solo para salvar la cara del gobierno, tenia dos elementos que la sociedad no pudo obtener: recursos económicos y profesionales. Ademas del mandato legal para investigar. Por eso obtuvo algún resultado con el tiempo, la sociedad no paso de denunciar las fosas que ya conocían. Cuando ya Alejandro Solalinde había adelantado la información del paradero de los normalistas que había obtenido gracias a informantes que conocían a los asesinos. La PGR seguía buscando el momento y el modo de dar a conocer la información. El anuncia tenia que ayudar a apaciguar a la sociedad. Finalmente lo hizo tarde, la prensa se había acercado al lugar de la masacre y los gorilas de la policía federal habían tratado de bloquear al mas puro estilo priista el paso de los reporteros. Sin embargo la historia empezó a tomar forma. Poco mas de un mes después de la masacre, las imágenes del lugar de la incineración se conocía. Los cabos sueltos se reducían.

Abarca y su lady MacBeth Pineda fueron capturados en el D..F., en la delegación mas pobre y mas perredista de todas, Iztapalapa. Ya sobrio, Abarca era incapaz de hablar.

Cuando se empezaron a revelar los detalles de la masacre, ya corrían los rumores con sesgo político, el EPR se había adelantado a acusar al ejercito, aun cuando la evidencia ya se perfilaba en contra del narco. Pero por omisión o complicidad el EPR nunca habla del narco. El primero en adelantar la verdad fue Alejandro Solalinde, aunque al no hacerlo con el consenso de todos los padres y sobrevivientes fue linchado metafóricamente y apartado del tema. El se disculpo por adelantar información, pero nadie reconoció que la información que adelanto era verdadera.

Revelar y mas aun reconocer esa información, era algo fuera del plan político que ya trazaban los normalistas, los padres de los normalistas muertos y algunas organizaciones cercanas como la la CETEG. ellos en algún punto dejaron de ver victimas de la violencia y empezaron a ver capital político. Este caso les estaba dando algo que nunca tuvieron: apoyo social amplio.

Era claro el porque nunca habian conseguido ese apoyo. Discursos dogmáticos, anacronismo político y practicas de aislamiento. Algo tan literal que para poder hablar con las normales había que comunicarse con su "comisión de relaciones exteriores.

Para principios de diciembre, otras fuentes de rumores aparecen. la primera es una publicación de una captura de pantalla desde un smarthphone, alguien acababa de descubrir que podía confrontar la realidad con la información generada en una base de datos por de una app climatología y se lanzo al negacionismo del incendio. No obstante que las estaciones meteorológicas estaban a muchos kilómetros del sitio de la masacre. Lo importante era creer en algo mas, no se podía concebir el mundo con los normalistas muertos, Eso no era parte del plan ni del mantra en que la sociedad se había refugiado -"vivos se los llevaron, vivos los queremos"-.

Cuando se siguió en la búsqueda de culpables a modo del discurso, se siguió con una mina. Una mina de oro ubicada a un centenar de kilómetros de la normal. No es que alguien tuviera evidencia de alguna relación, la evidencia dejo de ser necesaria cuando todo esto se volvió un acto de fe y un botín político.

No es que alguna de la entidades culpadas estén libres de culpas, El ejercito es la cara mas dura de la represión y uno de los mas costosos ejemplos de violaciones a los derechos humanos, en las calles como parte de la guerra contra el narco no lograron detener el trasiego de droga en ninguna parte, pero si dejaron inocentes muertos por todo el país. Las mineras son el signo mas evidente del capitalismo destruyendo el medio ambiente para extraer bienes especulativos que son inútiles a la sociedad y destructivos al ambiente.

En la negación se puede construir cualquier cosa, y una vez construido un mito, este puede ser explotado de cualquier modo. Nadie se tomo la molestia de revisar de manera independiente los dichos del gobierno o de los detractores del gobierno. La solución fue sencilla, se le cree a quien conviene y se cree lo que se quiere creer. Con esta estratagema se mantiene la exigencia de la presentación con vida de personas que a diferencia de las otras y los otros desaparecidos, sabemos que han muerto, sabemos quien y como los mato. Y sabemos quien falta por ser presentado ante la justicia y vive en la impunidad sin ningún tipo de persecución o rechazo social. Los cabecillas prófugos del pacto mafioso que mato a los normalistas no son sujetos de ninguna demanda. Incluso las consignas provenientes del movimiento por la paz de Javier Sicilia que siguen siendo las únicas que planteaban un reclamo concreto a las bandas de narcotraficantes han sido olvidadas por completo. La sociedad se autointoxico de mentiras y perdió de vista a los asesinos. No se ha oído en Guerrero el reclamo "pinches narcos jueguen limpio".

Cuando la PGR recopilo la información del caso hasta un punto donde se pudo tener certezas del destino de los normalistas, como la identificación por ADN de los restos de Alexander Mora Venancio lograda por el laboratorio de Innsbruck. Peña Nieto solto un lapidario llamado a -superar- el asunto. Esto es evidentemente ofensivo, aun cuando la investigación señala la dinámica de los hechos. El saber eso no resuelve en ningún grado la criminalidad dentro, fuera y en alianza con el poder político, Los partidos no pierden ninguna prerrogativa, la clase política queda intacta y el crimen organizado sigue operando con libertad.

En este punto dos charlatanes lograron el interés de la sociedad en sus mentiras el primero de ellos Andrés Eloy Martínez Rojas, diputado federal, integrante de la LXII Legislatura de la Cámara de Diputados, por el Partido de la Revolución Democrática PRD . Bajo el alias de Andreas Eligium @eloycam2012 se presenta en twitter como “divulgador científico,astrónomo aficionado, candidato para proyecto Mars One y caballero Jedi en la Tierra defensor de la democracia” (sic). Este personaje accedió a la información de los mismos satélites de la NASA disponibles (Aqua y Terra) y mediante el registro del instrumento MODIS-FIRMS presenta información sobre una fuente de fuego el día 28 en Chilapa. Lo que el no verifico fue que el lugar donde el instrumento ubica el incendio es una zona urbana, por ende un fuego capaz de calcinar a los normalistas hubiera sido detectado de inmediato por alguna o alguno de los mas de 30 mil pobladores del municipio. Pero aprovechando el animo social distribuyo esta información como una confirmación de la no existencia de un incendio en la Cocula e incluso se lanza a buscar “tigres de papel” al tratar de localizar un supuesto cuartel militar clandestino en Chilapa. Lo que es evidente es que tomo información incompleta y la interpreto a su gusto sin reparar en verificar datos.

El otro charlatán fue un poco mas allá y aun hoy sigue participando de foros y conferencias con sus engaños, se trata del Dr. Jose Antonio Montemayor Aldrete acompañado del Maestro en Ciencias Pablo Ugalde Velez. El dia 11 de Diciembre presentaron el documento titulado “Científicos desmienten a PGR. Imposible la cremación de 43 cuerpos en el basurero de Cocula”. La sociedad en este caso se dejo deslumbrar por varios detalles: los declarantes provenían de universidades publicas, se presentaban como científicos calificados. Y lo mas importante, afirmaban un engaño desde el gobierno. Con eso y con el hecho de nadie leyó su citado documento crearon un engaño que persiste hasta hoy que iba encaminado a acusar como culpable al ejercito y promover la agenda de uno de sus amigos: el ex general José Francisco Gallardo Rodríguez, candidato del partido de AMLO al gobierno de Colima.

Si alguien se hubiera tomado la molestia de revisar las dos cuartillas de absurdos que presentan quedaría claro no solo que mienten, sino que no merecen las cátedras que imparten. Son efectivamente académicos con grados en ciencias, pero lo que presentaron como argumento es poco menos que una mala broma que solo tiene de "científico" una palabra en el titulo. Personas con su nivel de formación no pudieron haber presentado esa colección de mentiras por error, necesariamente se trata de una mentira deliberada. Los miles de personas que les creen aun hoy son la muestra fehaciente de que la comprensión en ciencias y en lectura de nuestra sociedad esta en la ruina.

Un gobierno de criminales y explotadores luchando por salvar la cara en miras a una elección, una seudo izquierda desnudada por un asesinato colectivo. Bandas de criminales sueltos. Charlatanes recetando engaños y falsas esperanzas a la sociedad y a los deudos de una tragedia. Pandillas de post adolescentes viviendo las travesuras de su infancia hiperprolongada en la quema de una puerta o de un fetiche gigante como catarsis de ira.

¿Acaso se logro algo?

Tal vez no. Los padres de los normalistas muertos se dedicaron a negar todo, nada les satisface porque no saben que buscar, se asesoran en las mismas organizaciones fallidas que en Guerrero solo han logrado ganar titulares de tragedias y buscan en muchos lados apoyo, pero no en la sociedad que les abrió la puerta, buscan en otros países, en organizaciones internacionales en poder del imperialismo, en la fama de los medios. Pero no en las otras personas que se solidarizaron con ellos, no en las otras victimas que han sobrevivido a la violencia.

Los padres de los muertos de Ayotzinapa se ocultan para justificar sus acciones en otro mantra, repiten que nadie puede entender lo que se siente perder un hijo. Y lo dicen como si en este país no contáramos por miles a los muertos por la violencia del narco y el gobierno. Lo dicen como si las familias de los miles de migrantes desaparecidos no tuvieran mas zozobra que ellos porque esos casos no los investiga nadie. Como si las familias de las miles de mujeres, asesinadas solo por ser mujeres y vivir en un país de machistas, no sintieran un vacio terrible por su perdida. Lo dicen como si los padres de los niños de la guarderia ABC no pudieran comprender la muerte de un hijo que representa las esperanzas de una familia. Como si las familias de los jovenes de Villas de Salvarcar no pudieran entender lo que es que a sus hijos primero se les asesine y luego se les criminalice. Como si la solidaridad que recibieron no implicara que la humanidad puede sentir empatia por su dolor y por el clamor de justicia. En su protagonismo terminaron logrando hacer lo que les había recomendado Peña Nieto, "superarlo". Y lo superaron con creces. Se intoxicaron con las teorías absurdas de los charlatanes; se alejaron paulatinamente de las organizaciones sociales que les tendieron la mano; no se solidarizaron con otras causas o con quienes habían sido detenidos defendiendo su causa y finalmente le guiñaron el ojo al crimen organizado. Luego de una absurda manta colgada en Guerrero respondieron a un capo que les ofrecía lo que habían buscado por semanas: un nuevo timo sobre el destino de sus hijos. La mañana siguiente su abogado hacia una maniobra similar para acercar su movimiento a AMLO, el eterno candidato del grupo político que creo al asesino de sus hijos. En menos de 48 horas se habían aliado a los dos grupos criminales que provocaron la muerte de sus hijos.

Los normalistas sobrevivientes de Ayotzinapa por su parte habían derrochado su animo en etapas. Al principio en su alianza con la CETEG se dieron a la quema de edificios, un frenesí que les duro hasta que la época vacacional les alcanzo y la represión se hizo presente. En su ingenuidad creyeron que esta vez las condiciones para las marchas con violencia no se acabarían y que los policías ya no recibirían ordenes de responderles. Otros tantos se dieron a la tarea de encumbrar su normal y a ellos mismos como producto mediático. Presumían el numero de entrevistas que llevaban y la normal se volvió un hormiguero donde constantemente salían y entraban medios, estaban tan ocupados en eso que las clases se retomaron hasta febrero y sin toda la gente, muchos seguían en "comisión" y no les apuraba regresar a la vida cotidiana o retomar la labor fundamental de la normal. En uno de sus mas recientes actos se unieron a una protesta de burócratas del Tribunal Superior Justicia del Estado, no importando que solo unos meses antes ellos mismos quemaran las instalaciones de esa institución acusándola de ser parte del estado que mato a sus compañeros. Mientras tanto en San Quintín, Baja California jornaleros agrícolas explotados daban la batalla sin el apoyo por lo menos simbólico de los normalistas.

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La herida de Ayotzinapa sigue abierta. El conocer el destino terrible que tuvieron los 43 no nos ha acercado a la justicia y estamos aun lejos de poder presentar una alternativa social al estado de terror que sufre el país. La ductibilidad que la sociedad ha tenido a los engaños y la persistencia de los mismos habla de una credulidad ciega por parte de quienes deberían ser las personas mas criticas. Los 43 se suman a la lista de muertos y muertas inocentes de este país. Si su muerte servirá de algo o no, lo sabremos en algún punto, a mas de seis meses del hecho hay pocos logros. El primero es la investigación en si, sin la presión social este caso se habría enterrado como -no resuelto- para siempre. El segundo es la respuesta social expresándose en rincones del país donde nadie la esperaba y el tercero esta a poco de mostrarse, en la elección intermedia, los ridículos circos de la clase política convencerán solo a quienes están interesados en participar como cómplices de la tragedia nacional. Una parte de la población -cuyo tamaño descubriremos- se tendrá que dar a la tarea de inventarse su propio destino.


Masacre de Apatzingán #FueronLosFederales


APATZINGÁN, MICHOACÁN.- “¡Mátenlos como perros!”, gritaron los policías federales al irrumpir disparando contra un centenar de integrantes y simpatizantes de la Fuerza Rural, que realizaban un plantón en los portales del Palacio Municipal de Apatzingán, a las 2:30 de la madrugada del 6 de enero de 2015.

Ninguno de los manifestantes tenía armas largas. Seis de ellos portaban pistolas registradas y las pusieron en el piso. Los demás cargaban palos y ramas de limonero, de acuerdo con diversos testimonios e imágenes que aparecen en este reportaje.

Todos cumplieron las indicaciones dadas por Nicolás Sierra, El Gordo Coruco, líder de su grupo G250, creado por el entonces Comisionado Federal de Seguridad en Michoacán, Alfredo Castillo, y que por ocho meses cazó en la sierra a Servando Gómez, La Tuta, cabeza del cártel de los Caballeros Templarios. Nadie disparó.

Sierra era uno de los siete hermanos conocidos como Los Viagra, temidos y odiados por acusaciones de ser ex templarios y de cometer atropellos, y apreciados por quienes refutaban lo anterior. Castillo tuvo a cinco de ellos en sus filas.

Los guardias rurales, hombres forjados en la pisca del limón, protestaban porque su grupo había sido disuelto por Castillo veinte días antes sin pagarles sueldo alguno, sin consumar su objetivo y porque enfrentaban nuevas incursiones de templarios en sus localidades.

Rubén, un elemento de la Fuerza Rural, escuchó la balacera y brincó de su camioneta, cuando un policía federal le vociferó: ”¡Levanta las manos y ponte de rodillas!”. Estaba por obedecer cuando a unos metros vio a otro hombre hincado, los brazos en alto, encañonado por los uniformados. Rubén atestiguó la ejecución: “Le dispararon estando de rodillas, rendido, sin armas”.



Censura a Aristegui Masacre Apatzingan 2015 por alexvogager



jueves, 16 de abril de 2015

Ayotzinapa lleva reclamos a Europa



Activistas dicen que autoridades europeas tienen responsabilidad en casos de derechos humanos en México por apoyar al gobierno de este país.

(CNNMéxico) — Una comitiva de Ayotzinapa realiza una gira de poco más de un mes por 12 países de Europa, para llevar sus reclamos a autoridades de ese continente por considerar que tienen responsabilidad en violaciones a los derechos humanos en México.

Eleucadio Ortega Carlos, padre de Mauricio Ortega Valerio —uno de los 43 normalistas desaparecidos por policías municipales en Iguala, Guerrero, el pasado 26 de septiembre—; Omar García, estudiante de la Escuela Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, y Román Hernández, abogado del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, integran la caravana.

El objetivo es "resaltar la responsabilidad internacional de los gobiernos europeos en las violaciones graves de derechos humanos cometidas contra los estudiantes normalistas, ya que han firmado convenios de colaboración con México en materia de seguridad y comercio, lo que ha implicado la venta de armas y capacitación a la policía y el Ejército mexicano, a pesar de que en México se siguen violentando los derechos humanos", indicó el centro Tlachinollan en un comunicado.

Los activistas también reiterarán su petición de que las autoridades mexicanas investiguen el papel desempeñado por la Policía Federal y el Ejército durante los hechos del 26 de septiembre.

Familiares de los estudiantes desaparecidos rechazan la versión del gobierno federal de que los normalistas fueron entregados por los agentes locales a integrantes del cártel de Guerreros Unidos, quienes los habrían asesinado, incinerado y arrojado sus restos a un río.

"La brigada pedirá apoyo a la sociedad civil europea para construir garantías reales de no repetición, una de las demandas centrales después de la presentación con vida de los estudiantes desaparecidos, justicia para los estudiantes asesinados y reparación para los heridos", agregó el boletín.

Los inconformes ya han llevado sus reclamos al extranjero, con visitas a Estados Unidos y Canadá, e incluso con diputados del Parlamento Europeo, en Bruselas, Bélgica.

Esta nueva gira iniciará formalmente este viernes en Noruega, y finalizará el 19 de mayo en Inglaterra, luego de visitar también Suecia, Finlandia, Alemania, Austria, Italia, Suiza, Francia, España, Bélgica y Holanda, donde los participantes esperan llevar a cabo marchas, mítines frente a embajadas y consulados mexicanos, ponencias en universidades y encuentros con diversas organizaciones.

La comitiva prevé sostener reuniones con comunidades estudiantiles, organizaciones sociales y sindicales, a quienes pedirán mantener la observación sobre la situación de los derechos humanos en México y la exigencia al gobierno mexicano de no realizar actos de represión contra los normalistas, padres y madres de familia de los 43 jóvenes desaparecidos de Aytoztinapa, y el movimiento social que exige la presentación con vida de las víctimas.

Este es el itinerario que la comitiva prevé realizar.

17 de abril: Oslo, Noruega

19 de abril: Gotemburgo, Suecia

21 de abril: Helsinki, Finlandia

23 de abril: Berlín, Alemania

25 de abril: Viena, Austria

26 de abril: Innsbruck, Austria

28 de abril: Milán, Italia

29 de abril: Roma, Italia

1 de mayo: Zúrich, Suiza

3 y 4 de mayo: París, Francia

6 de mayo: Zaragoza, España

7 de mayo: Madrid, España

9 de mayo: Barcelona, España

11 de mayo: Marsella, Francia

13 de mayo: Lieja, Bélgica

15 de mayo: Münster, Alemania

17 de mayo: Ámsterdam, Leiden, Holanda

19 de mayo: Londres, Inglaterra

martes, 14 de abril de 2015

“Es una guerra que están librando contra el pueblo”



Entrevista a Omar García, sobreviviente de Ayotzinapa


Ilka Oliva Corado
Noticias PIA


Debo decir que la Caravana 43, me hizo recordar la Caravana de la Esperanza, (mayo 2013) con la que el sacerdote Alejandro Solalinde junto a una comitiva de madres centroamericanas que buscaban a sus hijos desaparecidos en México, también visitaron varias ciudades estadounidenses buscando ayuda internacional. Esos migrantes en tránsito a los que los gobiernos y el sistema obligan a migrar y que desparecen en territorio mexicano. En aquella ocasión fue tanta la apatía y sigue siendo cuando de migrantes indocumentados se trata. Quién iba a imaginar que apenas dos años después una Caravana 43 estaría en las mismas circunstancias. ¿En qué nos hemos convertido?
La Caravana 43 arribó a Chicago. ¿Qué es la Caravana 43? Es una comitiva de padres de los alumnos desaparecidos en Iguala, Guerrero el 26 de septiembre de 2014. En la misma viajan alumnos de la Escuela Normal Rural San Isidro Burgos de Ayotzinapa. Otrora famosa por ser la que vio egresar de docente al legendario Lucio Cabañas. Hoy en día reconocida a nivel mundial por la desaparición de 43 de sus alumnos y los asesinatos de otros.

Son 3 caravanas que están viajando a lo largo y ancho de Estados Unidos, y que tienen como objetivo visitar 40 ciudades para denunciar con testimonio propio lo acontecido en Iguala. Tuve la oportunidad de entrevistar a Omar García, alumno sobreviviente, fue algo de pocos minutos debido a la agenda tan ajetreada y el programa a desarrollar.

Debo decir que es un joven al que los arrestos se le notan hasta en la forma de pararse. A usted como lector, le pido que haga lo mínimo: comparta esta entrevista, que más personas se enteren y se unan a esta denuncia mundial. Los 43 también son nuestros hijos, hermanos, amigos, alumnos, al igual que todos esos desaparecidos, que todas las niñas, adolescentes y mujeres víctimas de los feminicidios en nuestros países.

Crónicas de una Inquilina, en la serie Encuentros, hoy les presenta a Omar García, alumno sobreviviente de la Escuela Normal de Ayotzinapa, Iguala, Guerrero, México.

-¿Cuál es el objetivo principal de esta Caravana 43 en Estados Unidos?

-Informar, buscar solidaridad. Que se presione a las autoridades mexicanas, que no pueden abandonar el caso porque hay muchas irregularidades, quedan muchas preguntas. Muchas dudas sobre su versión oficial de que nuestros compañeros han sido calcinados, nosotros no lo admitimos por muchísimas razones.

-¿Qué las han dicho Amnistía Internacional y la Corte Interamericana de Derechos Humanos?

-Con ellos tenemos contacto desde el principio, ellos han estado pendientes desde el primer día. Venimos a sensibilizar a la población, que entiendan que estos organismos deben tener garantías de trabajo libre. Acceso a todos los archivos de la investigación. Que no se les presione y se les ponga ningún tipo de barrera por parte del gobierno mexicano. Que se abran los expedientes a ellos para que al mismo tiempo emitan recomendaciones al gobierno mexicano sobre qué otras cosas tiene que investigar, aparte de lo que supuestamente ya ha investigado. Es por eso, además es un tema muy controversial e importante porque es uno de los primeros que se han difundido tanto a nivel mundial, y si no se resuelve un problema que ha sido difundido tanto entonces mucho menos se van a resolver los otros que no tienen difusión y que ahí están.

Hay miles de familias que han padecido lo mismo que nosotros, no estamos hablando de 43 sino de miles. Y todos ven con esperanza que si Ayotzinapa logra incidir o alterar un poco la cuestión legal de derecho internacional, los acuerdos que México tiene en materia de Derechos Humanos pero que no acata, pues si no lo logramos ahora el hecho se va a repetir y continuará como se ha visto en los últimos años.

-¿Qué organismos internacionales les han dado apoyo aquí en Estados Unidos?, hablo respecto a la Caravana.

-Ya se tuvo una reunión en Nueva York, de las primeras hace unas dos semanas (ellos están en Estados Unidos desde el 16 de marzo, terminan la gira el 24 de abril) con miembros de la Corte Interamericana, también con miembros de Naciones Unidas, de Amnistía Internacional. Sí hemos tenido muchas reuniones y diferentes acercamientos con representantes de coaliciones.

-¿Y qué han dicho, en qué van a incidir ellos?

-En difundir, en ampliar el mensaje en sus comunidades, a la gente que todavía se muestra insensible e indiferente ante esta situación. Es que no es un problema cualquiera, no es un capricho de 43 padres que se aferran en no aceptar la muerte de sus hijos. Es que después de esto sigue un proceso de aplicación de la justicia. Y la aplicación de la justicia que nos ofrecen (el estado mexicano) es la de los dineros, un carpetazo, becas, pero siempre nos van a dejar con la incertidumbre de qué fue lo que realmente pasó. No, ese tipo de justicia no la admitimos, en México no hay ni siquiera una institución que se dedique a buscar a personas desaparecidas, es más ni se atreven a tipificar el delito como desaparición forzada, lo quieren reducir a un simple delito común, a un secuestro, a un asesinato y quieren echarle la culpa al narcotráfico. No, ahí hubo responsabilidad del estado mexicano, aquí no hay más. El relator de las Naciones Unidas ha insistido muchas veces que en México se practica la tortura generalizada por parte de las fuerzas armadas hacia el pueblo y las organizaciones.

Ahorita está una guerra entre dimes y diretes del gobierno mexicano contra ese relator de las Naciones Unidas y él vuelve a decir sí hay desaparición forzada, sí hay tortura, y el gobierno mexicano dice no, no hay. Más de 200 organizaciones dicen que sí, menos el gobierno mexicano. Y si venimos a Estados Unidos es para decir que aquí hay varios tratados económicos y en materia de seguridad que tienen que ver con lo que pasa en México. Son las causas, el Plan Mérida, por ejemplo. Que envía armas y recursos al gobierno mexicano, ¿para qué?, ¿para qué quieren armas?, ¿para reprimir al pueblo? Es una guerra que están librando contra el pueblo mismo. Están mirando hacia dentro, no están mirando hacia fuera.

-Es cierto, y mirá, ¿cómo se han comportado los consulados con la caravana?

-Imprudentes, insensibles, algunos han querido entablar diálogo pero realmente sabemos que no pueden determinar nada un simple consulado en una ciudad. Tampoco nos vamos a rebajar.

-¿Se han presentado ellos a las marchas?

-No, a ninguna. Incluso en algunos nos les han permitido a los padres estar ahí. Es una insensibilidad total han cerrado filas. Se plantan en la postura de que ya, ya están muertos regrésense a su casa nada tienen que estar haciendo. Pero no se dan cuenta del proceso, lo demás, ¿cómo garantizar de que el hecho no se repita? Nosotras estamos a la voluntad de hacer lo que esté a nuestro alcance para evitar que se vuelva a repetir. El gobierno no está en esa postura.

-El estado dice que fue Guerreros Unidos, pero ustedes están buscando que se investigue.

-El estado no va a investigar al propio estado, la Procuraduría General de la República no es una institución que pueda investigar al propio estado. La Suprema Corte de Justicia se ha mantenido indiferente, igualmente no lo va a hacer por eso necesitamos sea el Derecho Internacional, las leyes internacionales los que obliguen al gobierno mexicano a asumir su responsabilidad. A pagar los costos políticos que esto implique. No es eso nada más, a partir de ahí se tienen que crear nuevas instituciones. Nosotros como padres de familia, estudiantes, la gente que ha tenido víctimas de desaparición forzada son los que tienen que hacer una convocatoria para que una nueva institución surja; no con funcionarios del gobierno ni por dedazo de ellos. Tenemos que llamar a intelectuales, a gente que esté dispuesta a sacrificarse para buscar a los más de 30,000 desaparecidos.

-Los casos de femincidios…

-Exacto, el caso de la Guardería ABC.

-Los migrantes…

-También, o sea hay muchísimos problemas.

-Hace tres años vino Alejandro Solanlinde con la Caravana de la Esperanza, exponía el tema de los migrantes desaparecidos y la apatía de la sociedad mexicana. ¿Cómo has visto la respuesta del pueblo mexicano respecto a los 43?

-La respuesta ha sido buena en gran medida. No solamente el pueblo mexicano, hay muchísima gente a nivel internacional que está sensible a la situación y al pendiente, de eso no nos quejamos, el problema es que a pesar de todo ese apoyo y esa difusión el gobierno mexicano sigue plantado y burlándose en la cara de los mexicanos. Utilizando helicópteros del estado para uso personal. Una casa hasta blanca. Llenos de recursos.

-¿El apoyo de la iglesia?

-Mucho, muchos sectores de la iglesia han apoyado. Los más recalcitrantes y conservadores obviamente se han vuelto contra el movimiento y se han puesto del lado del gobierno pero eso así es. En verdad hemos obtenido más apoyo del que cualquiera hubiera imagino antes. De todos los sectores, nosotros no hemos hecho distinción, porque eso nos alcanza a todos. Con los únicos con los que no nos hemos juntado es con los partidos políticos. Ahí si no.

-¿Y López Obrador?

-Bueno, queremos hechos no palabras ni promesas de campañas. Queremos que se actúe. Ante una situación así no se le puede creer a nadie. Si perdiste a un hijo, si perdiste a un compañero, si viste que el gobierno de los llevó y si conoces qué es el gobierno, qué instituciones forman el gobierno o el estado sabes que todos están inmiscuidos.

-¿Qué sigue después de la Caravana 43?

-Esperamos encontrar a nuestros compañeros, nosotros no le ponemos meta a esto en tiempo, le ponemos meta en encuentro de nuestros compañeros. Tampoco queremos pasar años. Tampoco queremos que nos lleven trámite tras trámite que es lo más sabe hace el gobierno. Queremos encontrarlos ya. Y vamos a hacer todo lo posible para encontrarlos. No nos vamos a detener. No vamos a dar ni un paso atrás.

-¿Algo que más que querrás agregar?

-Simplemente decir la verdad. A pesar de todo el apoyo que hemos tenido también hay mucha gente indiferente y que empieza a repetir el discurso que tiene el gobierno. A decir no pues ya, resígnense. Váyanse a su casa y dejen de andar exigiendo.

Bueno cabrones, ustedes qué son, son personas o qué son. En verdad, qué son, por qué repiten tan fácilmente, por qué no mastican la información por lo menos antes de tragársela. Por qué no se ponen en los zapatos de una madre, de un padre de familia, ¡carajo! ¿Es que nunca han perdido un familiar? De causas naturales se siente bien cabrón y ahora sabiendo que te lo chingó el gobierno, no mamen. Que entiendan eso, estamos enojados. Estamos dolidos. Y no se vale que anden diciendo que nosotros nos dedicamos a otra cosa.

Ahora pues juzgan el método, pues enséñennos de qué manera se hace. Acérquense y sugiérannos, en verdad nosotros lo que más queremos es que nos guíen, ya no sabemos qué hacer, hemos ido a todas partes, venimos a Estados Unidos, vamos a ir a Europa y a Suramérica, también a buscar mejores formas de hacer las cosas. Porque lo que menos queremos es afectar a otros, no queremos que se vuelva a repetir, ni por ellos, ni por nosotros ni por nadie. Nos tienen que entender la ética que tenemos, y no vayan a confundir la ética con mis malas palabras.



Fuente original: http://www.noticiaspia.org/es-una-guerra-que-estan-librando-contra-el-pueblo-entrevista-omar-garcia-estudiante-sobreviviente-de-ayotzinapa/

miércoles, 8 de abril de 2015

El régimen canallesco y las sublevaciones que vienen


Eduardo Nava Hernández


Más de seis meses han pasado de los acontecimientos de Iguala en los que, como es conocido, tres jóvenes estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa y tres personas más perdieron la vida, y fueron desaparecidos 43 más. A estas fechas, el país continúa en plena descomposición política y social, además de la crisis económica que se avecina. Visto en perspectiva, Iguala no ha resultado un hecho excepcional sino la exacerbación de tendencias y comportamientos presentes de manera persistente en los órganos de Estado en su relación con la sociedad. En un país donde se contabilizan al menos 22 mil desaparecidos (“personas no localizadas”, en el eufemismo empleado oficialmente para no reconocer la lacerante realidad de violencia de régimen) y más de 100 mil asesinados en los últimos ocho años, las víctimas de Ayotzinapa hubieran podido pasar simplemente a la estadística, sin mayores consecuencias sociales. Sin embargo, la evidencia de los abusos policiacos, de la intervención u omisión de diversas autoridades y el desinterés mostrado por el gobierno federal y el presidente Peña Nieto en las primeras semanas frente a una ostensible y grave violación de los derechos humanos condujo a un despertar y una movilización sociales sin precedentes en el país y en el contexto internacional. El antecedente es, desde luego, el Movimiento por la Paz con Dignidad iniciado y conducido desde 2011 por Javier Sicilia, que sensibilizó al visibilizar a las víctimas de desaparición, secuestro o asesinato, pero no alcanzó las dimensiones de las movilizaciones por Ayotzinapa. Lo cierto es que la raíz de esta marca sangrienta sobre la sociedad no está sólo en el auge de una actividad criminal como el narcotráfico sino en la estructura asumida por el régimen político en las últimas décadas. Es la captura de los órganos del Estado por los poderes económicos de todo signo, nacionales y extranjeros, así como la corrupción generalizada en los tres órdenes de gobierno que abrió la puerta también a las bandas criminales para incidir en la política y la economía de manera cada vez más determinante. Las reformas estructurales inspiradas en el neoliberalismo, iniciadas con la apertura comercial de Miguel de la Madrid, profundizadas particularmente en el gobierno priista de Carlos Salinas y culminadas en el actual sexenio de Peña Nieto no sólo fortalecieron económicamente a las oligarquías y poderes monopólicos poniendo a su disposición la tierra, los recursos naturales y el control mediático; también modificó la forma del Estado y del orden político haciendo de éste un régimen canallesco, ajeno e incluso opuesto al interés social y popular. El empobrecimiento de las clases trabajadoras del país y la informalización de la Población Económicamente Activa no fue sólo un efecto coyuntural propio de los periodos de crisis, sino se ha convertido en un rasgo estructural de la economía con el fin de elevar, a costa del abaratamiento de la fuerza de trabajo y la reducción del gasto social, la competitividad en los mercados internacionales. Al mismo tiempo ha permitido la manipulación política por los gobiernos y partidos, a través de programas de supuesto combate a la pobreza que han venido a sustituir al corporativismo de viejo cuño basado en las grandes organizaciones sociales. Estamos entrando una vez más a un proceso electoral en el que este nuevo clientelismo “carga los dados” -como dijera Vicente Fox- en favor del PRI como partido oficial y de los gobiernos locales y políticos que también usan recursos públicos para comprar el voto, más que para resolver de fondo las insultantes y cada vez más graves desigualdades sociales. Han seguido las reformas laboral y educativa como medios de control sobre la fuerza de trabajo y las demás reformas llamadas estructurales: fiscal, financiera y de telecomunicaciones que, lejos de democratizar la propiedad y el acceso a los recursos propiedad de la nación, tienden a consolidar la economía de monopolio y el llamado capitalismo amiguista o de compadres que beneficia particularmente a los grupos y empresas más ligados al poder político. Televisa y el grupo HIGA, de Juan Armando Hinojosa Cantú, son los ejemplos más evidentes en el presente sexenio; pero no debe descartarse al Grupo México y otros consorcios mineros, ni al recién agregado grupo MVS, que ya dio un vocero a la Presidencia y un subsecretario de Gobernación. Como lo señaló el economista y Premio Nobel Douglas North, es ''el asalto de grupos de intereses que se supieron aprovechar del Estado en su propio beneficio y se protegen de la competencia cerrando las economías''. Un régimen así -que incorpora corruptamente también, en gran medida, a los partidos considerados de oposición, como en el marco del Pacto por México firmado a inicios del sexenio- se vuelve cada vez más abiertamente contra la sociedad. La matanza de Tlatlaya, a cargo del Ejército, y los hechos de Iguala, con responsabilidad de funcionarios locales del PRD y autoridades federales, son dos de las manifestaciones recientes y más visibles de la perversión y reversión antipopular de los órganos del Estado. La colocación de elementos de la casta política hermanados con los intereses de la televisora más fuerte del país en la Suprema Corte de Justicia y en la Procuraduría General de la República, y el despido de Carmen Aristegui de su programa radial transparentan la captura del Estado y la tendencia autoritaria del régimen. “No voy a polarizar a la sociedad mexicana”, dijo Enrique Peña Nieto durante su campaña en 2012. No ha hecho otra cosa que polarizar desde que llegó a la Presidencia el 1 de diciembre de ese año en medio de un aparato de represión que costó la vida a Juan Francisco Kuykendall y lesiones y encarcelamiento a decenas de activistas y meros transeúntes. Y las cifras de la violencia en el país, así como las de las violaciones a los derechos humanos no han hecho sino crecer desde entonces. Pero las respuestas de la sociedad han empezado. El surgimiento de diversas modalidades de grupos de autodefensa, el movimiento en torno a Ayotzinapa, el apoyo social a Aristegui, las luchas de las comunidades locales contra la sobreexplotación de los recursos mineros, la ocupación y desposesión de la tierra y la apropiación y acaparamiento del agua, o la reciente huelga de jornaleros (que derivó en motín, como la de Río Blanco hace más de un siglo, ya que viven y trabajan en condiciones similares a las de hace más de un siglo) en el Valle de San Quintín, no son hechos aislados. Son el producto de la profundización de las contradicciones sociales que han llevado en muchos casos al límite el agravio a las comunidades y sectores de la sociedad. Son el anuncio de una oleada de luchas de resistencia y dignificación, y de sublevación desde la sociedad ante la violación de los pactos sociales, que apenas inicia y que puede integrar a muchos más grupos a la movilización. Mientras esas luchas se mantengan aisladas, pueden ser reprimidas mediante la provocación y el terror de Estado. Es una respuesta que también se anuncia. El secretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos, ya ha amenazado con que si los padres de los estudiantes de Ayotzinapa se vuelven a manifestar en los cuarteles, los soldados abrirán fuego. Pero el costo político será enorme para un régimen que se desliza sin freno al desprestigio nacional e internacional, y es unánimemente condenado por los organismos internacionales de derechos humanos. Una dictadura, a la colombiana, con procesos electorales y gobierno civil, pero en la que las Fuerzas Armadas tienen un papel central, sin control por el Congreso y sobreponiéndose al mismo Ejecutivo. El reportaje de Jesús Esquivel en Proceso (2004, 29 de marzo de 2015) que da cuenta de la compra a Estados Unidos por el gobierno de Peña Nieto en un solo año de más de mil 300 millones de dólares -casi el triple de los 500 millones otorgados desde 2007 por ese país a través de la Iniciativa Mérida- en equipo bélico y asesoría, comprueba la tendencia a la militarización por el actual gobierno y el riesgo de que el Ejército se convierta en un poder fáctico más, copando el área del seguridad interna del Estado mexicano. Desde los años 90 del siglo pasado, el gobierno estadounidense calificó como Estados canallas a los países que, sin alinearse con su política exterior, asumían un rostro represivo y de violación a los derechos humanos, y propiciaban el terrorismo. Pero la política de alineamiento con los Estados Unidos derivó en una serie de Estados canallescos, no importa si con régimen civil o militar, que se han vuelto contra su propia población y han regresado a formas de autoritarismo que se consideraban formalmente superadas. Que prevalezca esa tendencia ya visible y ese escenario ya presente en nuestro país y frenar el baño de sangre sin fin es lo que sólo la movilización social puede evitar en la etapa actual.

Este texto ha sido publicado en el sitio Cambio de Michoacán, en la dirección http://www.cambiodemichoacan.com.mx/editorial-11419

sábado, 4 de abril de 2015

A la PGR se le cayó el teatrito’: Sobreviviente de Ayotzinapa


En entrevista para Ángel Guardián, José Adolfo de la Cruz, estudiante de la Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero y sobreviviente del ataque ocurrido el 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero donde desaparecieron 43 estudiantes normalistas, manifestó que el “teatrito” creado por la Procuraduría General de la República (PGR), con que expuso la verdad histórica sobre estos hechos, se cayó, pues es ilógico que sus compañeros fueran calcinados, triturados y después tirados al río.