lunes, 5 de agosto de 2019

El delincuente "Carrete" Santiago Mazari Hernandez


CHILPANCINGO, Gro. (apro).- En febrero de 2015, Santiago Mazari Hernández El Carrete se deslindó del caso Ayotzinapa, responsabilizó de la tragedia al empresario Federico Figueroa –hermano del cantautor fallecido Joan Sebastian– y aseguró que el gobierno de Enrique Peña Nieto quería matarlo para evitar que los padres de los normalistas asesinados y desaparecidos conocieran la verdad.

Cuatro años después, El Carrete fue detenido por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador en la sierra de Guerrero, lugar donde estaba escondido en el poblado de Corral de Piedra y cercado por el grupo armado de Tlacotepec con el que disputaba el corredor de drogas Chilpancingo – Cuernavaca.

El 18 de febrero de 2015, la agencia Apro publicó una nota donde se informó que en varios municipios de la zona sur de Morelos habían dejado mantas firmadas por El Carrete.

En ese entonces, Mazari Hernández se deslindó de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y responsabilizó de esta barbarie a su adversario, Federico Figueroa, hermano del cantautor Joan Sebastian, señalado como presunto líder de Guerreros Unidos.

Mazari Hernández advirtió que el gobierno pretendía matarlo para que no se conociera la verdad del caso y propuso hablar con los padres “para quitarles la venda de los ojos, que conozcan la verdad realmente que el gobierno es culpable de todas las injusticias del estado de Guerrero y Morelos”, indicó.

Un mes después, en marzo de 2015, los padres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa pidieron ayuda a El Carrete para localizar a sus hijos, ante la falta de credibilidad en la versión del gobierno federal de Peña.

Incluso, dijeron estar dispuestos a reunirse con este personaje señalado por las autoridades federales como responsable de la violencia que se registra en el vecino estado de Morelos, ante la disputa que mantiene con miembros del grupo delictivo Guerreros Unidos.

El 31 de marzo de 2015, un grupo de padres de los normalistas desaparecidos acompañados por estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, arribaron a bordo de dos autobuses al crucero que conecta Iguala con la cabecera municipal de Huitzuco.

En el lugar conocido como Rancho del Cura, ubicado sobre la carretera México-Acapulco, a tres kilómetros de la ciudad de Iguala, familiares y estudiantes repartieron información impresa entre los automovilistas para seguir exigiendo la presentación con vida de los 43 normalistas desaparecidos.

Enseguida, el grupo de padres colocó dos amplias hojas en un establecimiento comercial con el siguiente mensaje:

“Señor Santiago Mazari Hernández, nosotros los padres de familia leímos el mensaje en la manta. Le pedimos de favor ayúdenos a dar con el paradero de nuestros hijos porque este mal gobierno no ha sido serio con nosotros, al contrario, nos ha lastimado con sus mentiras. Nosotros somos gente pobre y han pisoteado nuestra dignidad”.

Luego, agregan: “Los padres de los 43 alumnos desaparecidos siempre le exigiremos al gobierno que nos entregue vivos a nuestros hijos porque ellos se los llevaron y ellos saben dónde están”.

Los padres rematan enviando un mensaje directo a El Carrete:

“Háganos saber de alguna manera cómo puede ayudarnos. Estamos dispuestos a encontrarnos con usted si así lo desea. Gracias por su comprensión y esperamos le llegue este mensaje. Atentamente. Padres de familia de los 43 alumnos desaparecidos de la normal de Ayotzinapa” y concluyen dejando el número telefónico 7541031991.

La acción desesperada de los padres que pidieron ayuda al narco para encontrar a sus hijos duró aproximadamente 20 minutos. Enseguida abordaron los autobuses y regresaron por la misma carretera rumbo a la Normal de Ayotzinapa.

Hasta el momento, los padres de los normalistas desaparecidos no han fijado una postura sobre la detención de El Carrete, quien podría ser pieza clave para esclarecer el caso Ayotzinapa.

fuente
https://www.proceso.com.mx/595012/el-carrete-y-sus-nexos-con-el-caso-ayotzinapa