domingo, 20 de septiembre de 2015

Ayotzinapa: versión insostenible



Según la procuradora general de la República, Arely Gómez, los expertos forenses de la Universidad de Innsbruck, Austria, lograron identificar los restos de un segundo normalista de Ayotzinapa desaparecido la noche del 26 de septiembre en la ciudad de Iguala, en el suriano estado de Guerrero.

La procuradora afirma que esos restos (dos fragmentos de hueso calcinados) corresponden al joven Jhosivani Guerrero de la Cruz, de 21 años, apodado el Coreano. Y doña Arely sostiene que esos huesitos fueron encontrados en el basurero municipal de Cocula, población cercana a Iguala, lugar en el que según la versión oficial del gobierno mexicano, fueron asesinados e incinerados los 43 muchachos secuestrados.

La versión de la abogada Gómez, desde luego, es insostenible. Se sabe positivamente que no existen evidencias de que en ese basurero haya habido alguna vez una pira de las dimensiones necesarias para calcinar 43 cuerpos humanos.

Pese a su demostrada falsedad, la versión de la procuradora Gómez arroja luz sobre el destino final de los muchachos. Suponiendo que los segundos restos correspondan al joven Jhosivani Guerrero de la Cruz, eso quiere decir que este muchacho fue secuestrado, asesinado e incinerado.

Pero sabiendo, como se sabe, que en el basurero de Cocula no existió la pira de la versión oficial, queda claro que Jhosivani Guerrero de la Cruz fue ultimado y cremado en otro lugar. En el mismo sitio de donde la abogada Arely Gómez obtuvo los restos analizados e identificados en Innsbruck.

Conviene recordar a este respecto que los forenses argentinos que participaron en las investigaciones del caso establecieron categóricamente que la Procuraduría General de la República (PGR), entonces al mando del viejo y marrullero político priista Jesús Murillo Káram, violó los protocolos de recolección, manejo, preservación y traslado de las supuestas evidencias del asesinato e incineración de los 43 en el basurero de Cocula.

Dicho en otras palabras, los forenses argentinos no discuten ni niegan que los restos de la primera víctima identificados en Austria, Alexander Mora Venancio, sean del normalista. Pero afirman de modo igualmente categórico que no pueden dar fe de que esa muestra (y otras) hayan sido recogidas en el basurero de Cocula, por razón de la antedicha (y reiterada) violación de los protocolos forenses de recopilación, manejo y traslado de las evidencias (o supuestas evidencias) del caso.

La pregunta clave, entonces, sigue vigente: ¿dónde obtuvo Gómez los restos de Jhosivani Guerrero de la Cruz? Y, asímismo, ¿de dónde sacó la PGR de Murillo Káram los restos de Alexander Mora Venancio? Sabiendo eso se podrá saber dónde fueron cremados esos dos cuerpos. Y eventualmente podría conocerse el verdadero destino final de los 43.

Mientras esas dos interrogantes no sean respondidas, las solemnes palabras de doña Arely sólo son fuegos fatuos, pirotecnia verbal, cortinas de humo, recursos teatrales.

Podría ser, sin embargo, que doña Arely, que llegó muy tarde al caso, no lo sepa. Que sólo esté siguiendo el guión que le han dictado. Pero que no sepa no significa que no pueda saber. Podría, para empezar, citar e interrogar a su antecesor, el mencionado Murillo Káram, quien podría informarle con detalle sobre el asunto. Y desde el principio. Y debería interrogarlo luego de ser advertido de las sanciones penales a que se hace acreedor quien declara falsamente ante autoridad judicial. 

Pero si Murillo Káram se niega a declarar o dice que no se acuerda o afirma que no sabe nada, doña Arely podría ponerse a trabajar. E investigar ella misma. Seguro que si lo hace podría encontrar la verdad.

Blog del autor: www.miguelangelferrer-mentor.com.mx

According to the Attorney General of the Republic, Arely Gomez, forensic experts from the University of Innsbruck, Austria, were able to identify the remains of a second normalista Ayotzinapa disappeared the night of September 26 in the city of Iguala, the state suriano Guerrero.

The prosecutor claims that the remains (two charred bone fragments) for the young Jhosivani Guerrero de la Cruz, 21, dubbed the Korean. Dona Arely argues that these bones were found in the landfill of Cocula, near Iguala, place where according to the official version the Mexican government, were killed and incinerated 43 people kidnapped boys.

The version of the lawyer Gómez, of course, is unsustainable. It is positively known that there is no evidence that there was ever a pyre to burn the necessary dimensions 43 human bodies in that dump.

Despite its proven false, version of the Solicitor Gomez sheds light on the fate of the boys. Assuming that the latter remains correspond to the young Jhosivani Guerrero de la Cruz, that means that this boy was kidnapped, murdered and cremated.

But knowing, as we know, that in the dustbin of Cocula pyre there was no official version, it is clear that Jhosivani Guerrero de la Cruz was killed and cremated elsewhere. In the same place where the lawyer Arely Gomez scored the remains analyzed and identified in Innsbruck.

It should be recalled in this regard that the Argentine forensic involved in investigating the case established categorically that the Attorney General's Office (PGR), then in command of the old and wily politician PRI Jesus Murillo Karam, violated the protocols for collecting, handling, preservation and transfer of alleged evidence of murder and incineration of 43 in the dustbin of Cocula.

In other words, Argentine forensic not discussed nor deny that the remains of the first victim identified in Austria, Alexander Mora Venancio, are the normal school. But equally they affirm categorically that can not vouch for that sample (and others) have been collected in the dustbin of Cocula, because of the above (and repeated) violation of forensic protocols for the collection, management and transfer of evidence (or alleged evidence) of the case.

The key question then remains: Where did the remains of Jhosivani Gómez de la Cruz Guerrero? And also, where did the PGR Murillo Káram the remains of Alexander Mora Venancio? Knowing that they may know where those two bodies were cremated. And it could eventually know the true fate of 43.

While those two questions are not answered, the solemn words of Dona Arely are just wisps, verbal pyrotechnics, smoke, theatrical resources.

It could be, however, that Dona Arely, who arrived too late to the case, does not know. It is only following the script that have dictated. But who does not know does not mean you can not know. It could, for one, call and question his predecessor, said Murillo Karam, who could inform in detail on the matter. And from the beginning. And would questioning after being warned of criminal penalties to be held creditor who falsely claims to judicial authority.

But Murillo Káram refuses to testify or says he does not remember or claims not to know anything, Dona Arely could get to work. E investigate itself. Certainly doing so may find the truth.

Blog author: www.miguelangelferrer-mentor.com.mx

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